Construir antes de Construir
Como muchos ya saben, BIM es la sigla de Building Information Modeling, consiste en procesos vinculados a un modelo virtual de información, una réplica virtual de nuestro proyecto de construcción. La aparición de esta nuevas tecnologías y procesos irrumpen en los paradigmas de la construcción tradicional, imponiendo nuevas formas de trabajo,con un enfoque orientado a brindarle mayor eficacia y eficiencia a la gestión de los proyectos de construcción.
Este tipo de tecnologías disruptivas sustituirán los procedimientos de trabajo CAD más usados hasta la fecha, ya que representan grandes beneficios para la industria de la construcción, siendo el beneficio económico el de mayor interés para inversores y constructoras, alcanzar metas aceptables económicamente, requiere de planificación e innovación, por este motivo, tecnologías como estas son ideales para reducir los costos adicionales en la construcción, mitigando el riesgo de la inversión.
En los tiempos presentes, hemos sido testigos de varias tecnologías disruptivas como por ejemplo la sustitución del SMS por la mensajeria whatsapp. Cada vez que estas nuevas tecnologías irrumpen en los mercados, mejoran su funcionamiento y en algunas instancias, sustituyen las tecnologías viejas.
Pero ¿por qué BIM es un mitigador de riesgos? Esta pregunta tiene una gran variedad de respuestas, pero la más simple e intuitiva de explicar, es a través del análisis de interferencias y de constructibilidad, por tratarse de herramientas tangibles, es decir, podemos cuantificarlos.
El desafío que presenta demostrar el potencial de BIM, es que muchos de los usos son intangibles, tienen potencial para mejorar la calidad, pero no se les puede asociar un valor cuantitativo específico.
Ahora bien ¿qué es el análisis de interferencia y constructibilidad?
El análisis de interferencias está asociado a la búsqueda de “colisiones” entre los elementos de las distintas disciplinas, es muy común que en el sitio de obra, a medida que avanza la construcción, nos encontremos con una gran variedad de incidencias debido a interferencias, el tipo más común de interferencias son de la estructura versus sistemas de aire acondicionado (HVAC) y sanitarios.
Por otro lado, tenemos el análisis de constructibilidad, que es determinar si la información que se encuentra la documentación 2D es suficiente para poder construir. Supongamos que tenemos los planos y memorias para un proyecto, entonces, si no podemos crear un modelo virtual con la información disponible (ya sea por errores, omisiones o incoherencias en la documentación), tampoco podremos construir nuestro edificio en el mundo real.
Todos estos conflictos que van apareciendo a medida que se construye, van generando costos adicionales, primero, porque la nueva solución a ejecutar no fue considerada en los costos y segundo, por el atraso de la construcción que estos pueden ocasionar, generando un posible atraso del final de obra.
Entonces, ¿cómo podemos mitigar estos costos adicionales evitables? A través de un análisis de interferencias y constructibilidad, eso sí, para poder hacerlo, es importante disponer de los modelos de información de las disciplinas, los procesos adecuados, y de los equipos profesionales idóneos, de manera de poder coordinar los modelos, para modificar el proyecto antes de su construcción.
Como resultado de ambos procesos, podemos obtener un proyecto con una minimización de conflictos y errores, que no se manifestarán en el costo total de la obra. Es así cómo podemos reducir la incertidumbre en comparación a proyectos realizados de manera tradicional, o sea, utilizando herramientas CAD, logrando así minimizar el riesgo del capital invertido.
Por lo tanto, podemos decir que resulta más económico y en consecuencia más atractivo para el inversor y/o constructoras, realizar este tipo de análisis antes de la etapa de construcción, o como dicen algunos autores “construir antes de construir”.
Diego Britos Fraga
Ingeniero Estructural & Consultor BIM